A veces en nuestra vida laboral hay un sentimiento que nos asalta y es el de estar en un sitio que no nos corresponde por no ser el indicado, no estar en nuestra empresa ideal.
Y puede ser que este sentimiento de no estar en el lugar idóneo sea, por habernos dejado, con frecuencia, llevar por cualquier sentimiento de inercia o miedo a pensar si me voy que va a ser de mi o de mi familia.
Las necesidades de cambio, pero a la vez del miedo que produce el cambio, a no hacer lo correcto, a no saber cambiar o simplemente, miedo a fracasar si cambiamos.
Vamos desde aquí a intentar darle la vuelta a todos estos sentimientos que a veces nos invaden, y poder pensar que hacer si no nos encontramos en nuestra empresa ideal.
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No le quites importancia
Cuando todos estos sentimientos nos asaltan es momento de reconectar con aquellas cosas que nos motivaban antes y nos siguen motivando.
No te agobies si aún no te sientes del todo competente para tener ese trabajo con el que sueñas, pero piensa, que debería hacer para sentir que ya puedo tener ese trabajo, o para intentar conseguirlo.
Haz una lista de lo has conseguido hasta llegar aquí, o un dibujo, que haga que liberes lo que tienes dentro y te deje ver mas allá de ese sentimiento que te embarga.
Piensa en que cosas te gustaría cambiar y ponte a ello, actívate.
Empieza por investigar, no solo las posibilidades que te ofrece esa empresa en el ámbito laboral, sino también las características y el oficio que podrías desempeñar en ella.
Estos análisis que hagas te permitirán ver como formarte para llegar a formar parte de esa plantilla y así transformarte para llegar a ser útil dentro de esa empresa que tanto te gusta.
Tienes que tratar de ver los elementos que pueden mejorar tus habilidades o fortalecer tus debilidades, para que dejen de serlo.
También tendrás capacidad de ver cuales son las cosas que no puedes alcanzar, pero que podrían ser evaluadas por la empresa.
Fórmate hacia tu empresa ideal
Lo más normal es que encuentres muchas competencias que ya tengas y otras que necesites para poder trabajar en esa empresa que te gusta.
Busca cursos de formación reglados o no, que te permitan adquirir esas competencias o habilidades.
Pueden ser competencias básicas como idiomas, o conocimiento más amplio de la tecnología, o esos que son específicos de cada profesión.
No lo veas como un revés, más bien es una motivación para seguir adelante con esfuerzo y trabajo, recíclate y supérate cada día.
Tienes un plan
Coge un calendario y márcate objetivos, ponle fecha a la consecución de los objetivos que te has marcado e intenta ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa.
Así día a día podrás acercarte un poco más al objetivo de la empresa ideal que te has marcado, y a poder formar parte de esa empresa.
Cuando empezamos a cambiar las cosas, a transformarnos los fantasmas desaparecen y nos damos cuenta que podemos conseguir nuestros objetivos.
Tal vez puedan aparecer en el horizonte nuevas expectativas, o puede que otras ya no sean tan claras, hazlo de forma tranquila, con mesura, pero constante.
Habla con profesionales del Sector
El estar en constante formación y avance hacia nuestros objetivos, nos ayudará a transformarnos.
Estar ahí en constante formación te reforzará algunos valores de pertenencia a ese sitio, a ese mundo.
Te darás cuenta que sabes de esos temas que antes solo conocías de oidas, te darás cuenta de que respiras la profesión.
Además reforzará todas y cada una de tus habilidades y te permitirá saber cual es el siguiente paso que debes dar, por otro lado esto te servirá para estar más en contacto con personas de tu profesión, en persona o a través de las redes profesionales.
Comunícate con gente de la profesión, no pienses que es malo ofrecerte para hacer cursos y aprender de otras personas, es importante que estos profesionales vean tus ganas y tu capacidad de transformación, e incluso la valentía y las ganas de trabajar y formarte.
Intenta tener siempre una actitud positiva y colaborativa.
Aporta para estar en tu empresa ideal
No esperes que te lleguen las cosas de la mano de alguien o que te lluevan del cielo.
Las oportunidades no llegan así, hay que buscarlas, las tienes que generar tu, ofrece algún servicio, pero estudia muy bien si puedes llegar a acometerlo.
Asesórate antes de emprender, sigue formándote para ir incrementando tus posibilidades reales y así poder crecer de manera adecuada.
No te frustres
Los errores nos sirven para aprender y esto debes tenerlo muy presente.
Debes asumir que las cosas pueden salir mal y aprender de esa experiencia.
Cuando uno emprende una camino gana confianza, pero también aprende que podemos cometer errores, si somos fuertes los afrontaremos, nos caeremos y nos levantaremos, si somos frágiles…, también nos levantaremos, pero nos costará un poquito más.
Haz tu propio camino y mucha suerte.